EL ROMÁNICO BUREBANO: Iglesia de San Cosme y San Damián (Encío-Burgos).

Un tranquilo paseo circular es lo necesario para visitar este templo románico que data de los siglos XII-XIII.

Desde la última vez que estuve, se aprecia la restauración llevada acabo en su estructura general. En aquella ocasión se observaba una grieta enorme en el ábside, que hacía peligrar su estabilidad. Por fortuna las mejoras han dado buenos resultados.

El paseo comienza en el primer cruce de la calzada que va a Obarenes. A partir de ese punto la ascensión a la iglesia es muy agradable. En el trayecto inicial se localiza una ermita muy restaurada que los propietarios reconstruyeron casi por completo ya que, en origen, era una ruina total. Se observan muchos elementos que fueron recreados conforme al estilo románico. Aparentemente existen algunos capiteles que sí son originales, como es el caso de los que flanquean la entrada. Igualmente, una cruz incrustada en la pared que tiene apariencia visigoda. La mayor parte de los canecillos son recreaciones modernas. Dicha ermita está vallada.

A medida que nos acercamos a la cumbre, donde se asienta la iglesia, se observan ruinas que se corresponden con el antiguo poblado de Encío.

Una vez alcanzada la cima, nos dedicamos a sacar todo el partido visual que nos ofrecía este interesante enclave románico, no sin antes contemplar las vistas tan amplias y espectaculares de los Montes Obarenes, los picos de Cellorigo y los valles que finalizan en el Ebro.

Cuando nos disponíamos a regresar por la parte donde se encuentra el cementerio, tuvimos la gran suerte de que apareció una furgoneta del Ayuntamiento de Encío. Preguntamos al conductor que si se podría ver el interior . Como no tenía las llaves y apreciando nuestro interés, regresó al pueblo y volvió con ellas. Es de agradecer su atención y amabilidad. Gracias.

El interior, al igual que el exterior, estaba perfectamente restaurado. Lo que más nos sorprendió fue la presencia de pinturas románicas que salieron a la luz en la restauración.

Para obtener otras vistas de la iglesia, el retorno lo emprendimos por la ladera norte, siguiendo el camino del cementerio.