Archivo gráfico de Arte románico en la Merindad de BUREBA
Intentaré hacer una especie de catálogo gráfico, tanto de las pequeñas muestras a las grandes representaciones en arte románico de toda la zona de La Bureba, entendiéndola como tal, la extensa Merindad en su marco histórico, por lo que incluiré lugares que no se correspondan con la estricta llanada central, sino dentro de los términos del partido judicial de Briviesca como de su Distrito, así como otros lugares, que no siéndolo, compartan un mismo origen y estilo burebano.
miércoles, 8 de mayo de 2024
Iglesia de San Martín de Ahedo de Bureba.
14-04-2024.
Por fin se han llevado a cabo obras de consolidación de las partes más importantes de este pequeño templo románico, aunque todavía queda mucho por hacer, según me informaron de primera mano, en cuanto al muro norte que se halla semihundido en la parte que pega a la espadaña, así como otras obras de consolidación general.
Por este motivo quisimos visitar este pequeño templo en ruinas que conserva una interesantísima portada.
Son varias las veces que he visitado estas ruinas desde hace bastante años y lo cierto es que las daba por perdidas. Gracias al esfuerzo del pueblo podemos respirar tranquilos.
En esta ocasión para llegar al pueblo de Ahedo no nos conformamos con ir en coche, sino que nos aventuramos en hacer una pequeña ruta ascendente que discurre desde San Pedro de la Hoz hasta el pueblo. El camino que antaño comunicaba estas dos localidades de poco más de 1 km. de longitud fue abandonado hace mucho tiempo y, tal como preveíamos, ha quedado reducido a varios tramos convertidos en sendas y en otros donde había desaparecido. Por esta razón seguimos más o menos por el margen del trazado del arroyo de Valdeladehesa. El barro y los charcos fueron una constante. Como premio, durante el trayecto pudimos disfrutar del robledal de quejigos y contemplar abundantes flores silvestres que aparecen al comienzo de la primavera.
Comenzamos desde San Pedro de la Hoz.
Prímula Veris. Primaveras. Muy abundantes en todo el trayecto.
Violetas silvestres.
En tramos donde había camino, el agua y el barro fueron una constante, a pesar de que hacía días que no llovía y de las temperaturas anormalmente altas para la época.
Adonis Vernalis. Adonis de primavera. Muy bonita, pero hay que tener cuidado con ella, ya que que contiene principios activos venenosos.
El pequeño arroyo fue nuestra principal referencia.
Fritillaria pyrenaica junto a las primaveras,
conocidas como calderones o apagavelas.
Vadeando a veces con mucho barro.
Por fin, tras subir campo a través la última parte, aparecieron las fincas del pueblo, que nos facilitaron la llegada a Ahedo de Bureba.
La parte trasera del templo, cuyo muro está medio hundido y que precisamente es el que soporta en parte la espadaña.
Hace unos 10 años.
La espadaña oculta por la yedra en la actualidad. Todavía queda por hacer.
Hace unos diez años.
Actualidad.
Suelo de la sacristía.
Hace 10 años.
En la actualidad.
Para la consolidación del arco se ha tenido que desmontar y volver a montar.
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